Todo se desarrollo en el marco incomparable de “chez monique”, ni que decir tiene que el glamour y la clase estuvieron presentes por doquier en la sala.
Aunque un poco tarde, cerca de las 22,30 de la noche, todo estaba preparado y presentado de forma fina y elegante a la par que sobria y sencilla.
Enseguida la conversación tomo gran animación, cabe destacar el asombroso cambio de look de Martuscha, que al parecer adopto el estilo de la Sra. Romeonich, adquiriendo ese toque de ambigüedad que últimamente esta tan de moda en este singular y variopinto grupo de amigos.
No creemos que tal semblanza obedezca al uso o disfrute de algun tipo de abono o oferta estilistica y que tanto Martuscha como Lourdes hallan compartido. Es mas problable, aunque no probado, que exista alguna relacion entre ambas (estos son solo rumores) que les haga compartir no solo el peinado, si no, bueno, ustesdes ya me entienden. Pero repito esto son solo rumores que a bien seguro no se corresponden con la realidad de sus relación. No hay que olvidar que Tanto Lourdes como Martuscha forman parte de la famosisima asociación “women for freedom and ambiguity”, asociación por cierto a la que estan pensando en formar parte tanto Monique como la gran artista Rosanna Lopezanni.
Durante el transcurso de la cena el Abogado Carlo hizo gala de su gran sentido del humor e ironizo con el futuro de los hijos de los presentes asi como los suyos propios, en esta parodia debemos destacar a la pequeña Sofi (de origen frances) a la cual se le avecina un futuro lleno de aventuras y emociones.
Cabe destacar los agapes que se sirvieron, elaborados sensacionalmente por la disidente rusa Martuscha y que se compusieron de:
Sole avec riasins (Magistral Martuscha)
une salade tiède (impresionante)
une omelette espagnole (Elaborada y envasada por la mismisima Rosanna)
guacamole un Mexicain (procedente de su huerto, Michelle)
un gâteau de chocolat (une pâtissière maîtresse, Monique)
A parte de este exquisito menú, hay que comentar que el vino no paro de correr durante toda la velada y que algunos de los comensales hicieron uso de su gran saque para ingerir cantidades y cantidades de tal liquido y futil elemento. El caldo ayudo para calentar una noche que de por si ya deparaba una gran sorpresa.
Avanzada la velada y después de departir sobre temas de ambito internacional, politicos y economicos asi como comentar los preparativos navideños, llego el momento de los postres.
En este momento, hacemos un punto y aparte, porque estamos apunto de ser arrastrados a otra dimension, nebulosa o sumidos en un inmenso agujero negro. Como una frase, una sola e inocente (eso se cree) frase pudo causar tal explosion que provoco aquel salto cual si de un resorte se tratara, o como si hubiera estado sentado en un inmenso cactus y que hasta ese momento no hubiera notado sus puntiagudas espinas atravesando sus nalgas. En aquel momento Cesare se elevo por encima de sus iguales y comento “puedo comer otro trozo de pastel” o algo parecido, recuerden que el autor de este relato solo conoce detalles del mismo, suministrados por fuentes que bajo ningun concepto se van a desvelar.
Hacemos un paréntesis para situarnos en el contexto de la conversación y analizar el detonante de dicha frase, cuyas consecuencias explicaremos mas adelante.
Al parecer Carlo, con todo displicente realizo el siguiente comentario, “que tal tu hermano con la de V….”, dirigiendose a la Sra. Lopezanni.
En este momento se desencadeno una serie de hechos que nos es difícil de explicar, a partir de la siguiente frase de Cesare comenzo todo. Casi todos los asistentes rompieron a casi llorar… de risa, se desato una euforia por dias contenida y todos menos uno/a rieron a carcajadas, alguno se escondio debajo de la mesa, otros intentaron explicar a quien no reia el porque.
Este momento fue uno de los que seran, seguramente mas recordados en la vida de los asistentes, asi como el que escribe el relato, que de solo imaginar los acontecimientos se parte de risa, una y otra vez.
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Débense buscar los amigos como se buscan los buenos libros. Que no está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; antes en que sean pocos, buenos y bien conocidos."
Dedicatoria especial a Rosanna Lopezanni
Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan.(Francisco Quevedo y Villegas, 1580-1645)