viernes, 22 de agosto de 2008

Seguimos de vacaciones

Los González siguen de vacaciones. Abstenerse de hablar de trabajo y no perder ni una siesta ha sido el leit motiv de estos días (las cervezas y la buena comida estaban garantizadas).

Como ya os conté, el principio -marcado por Gabrielita- nos tuvo un poco en tensión Vicky hizo un amago de quedarse más días en el Hospital, con el cuento de una “anestesia” mal puesta, y Gabrielita, un poco perezosa, se quería quedar en la incubadora, que estaba calentita, bien alimentada, muy atendida y cuidada,… vamos que el que escribe se fue con Victor y Laura sólo de “vacances”, véase la foto de los babies en el AVE.

Al final nada grave, Gabriela, que nació el miércoles 30 de Julio, y la mamá, salieron de la Quirón el martes 5 de agosto, las dos perfectas.

Gabrielita, por cierto, por la que Los González hacemos lobby para ser padrinos, es guapísima, ha salido a su tío materno. Y muy buena, también como el tío (creo que pronto nos propondrá un slogan y nos mostrará su lado oscuro). En la foto aún no se aprecia el parecido, esperad a verla al natural.

Las olimpiadas no nos han interesado mucho, para que mentir, salvo por ver que Nadal ganaba. Hemos estados más interesados por el gourmet suizo, su “ruta Michelín” y sus singas (sin pagar, claro), así que sin tratar emularlo hemos acabado con algún tostón que otro (cochinillo). Podéis ver en la foto como Laura se va iniciando.

Después de que Gabrielita y la mamá estuvieran recuperadas Los González hemos seguido disfrutando de agradables días de vida familiar y relajación. Véase la foto del Hola de Ávila.

Del lado cultural poco os puedo contar, claro que pasar las vacaciones en Ávila, una ciudad amurallada de más de 2,5 km (la más bella de Europa), tres metros de grosor, 12 de altura, 88 torreones y nueve puertas, ya es cultura. El libro de Baltasar Garzón “La línea del Horizonte” nos pareció un poco pedante y poco ameno de leer; “La Comunera de Castilla” de María Teresa Álvarez, novela histórica sobre María Pacheco, la viuda de Juan de Padilla, interesante visión desde el lado de la derrota, pero un poco floja; y “Un Mundo Sin Fin”, la continuación de “Los Pilares de la Tierra”, de Ken Folleto, con 1.179 páginas, una novela sin fin.
Dejo para la última entrega de las vacaciones la visita a la Warner, el 10º aniversario de matrimonio de los González y el regreso a Barna.