He dejado un par de días para ver si alguien quería emular a Cervantes y dar u

n aire más digno al blog, pero visto que el abuelo de Heidi sigue centrado en su jardín interior, el Torrente Romano solo nos explica sus excursiones en globo, Domingo sigue con sus litronas y carajillos y los Lemonnier se dedican a la cocina y las juergas nocturnas, vuelvo a tomar el testigo y seguiré enriqueciendo el blog, con esta pluma que Quevedo querría para si, antes de partir para Germania.

El sábado pasamos un agradable día soleado en el Tibidabo, celebramos no se cuantos cumpleaños, pues allí había regalos para todos los niños y niñas, y nos reímos un montón.
Como siempre la jornada estuvo repleta de anécdotas, entre otras
Alaska: la atracción de las focas, que velocidad.
Los Troncos, Los Vikingos (Arnaud aún lleva los pantalones mojados)
Los bocatas de los Romano, que a punto estuvieron de provocar la alergia de Miguel
Las tortillas de mamá Sofi, no quedaron ni las migas
El pastel de cumpleaños (peasso ensaimadas de Mercadona
El tren de la bruja, que miedo pasó Marta con los pies colgando (y es que está muuuuuu mayor la chica)
La familia Iron Maiden que nos dieron esquinazo diciendo que iban a LLeida para comprar palomitas
- El frío de la noria, aún no siento …. los pies

- Y las chicas del Termomix, vaya escaqueo, la “gran escapada”. Menos mal que Lourdes compró y Rosana está a punto de pasar el pedido de 3 (Palma, Barcelona y el camping
Cambiando de tema. Seguimos sin confirmación de la barbacoa de los Romano.
Hoy os dejo con una frase de Casino “Hay tres formas de hacer las cosas, hacerlas bien, hacerlas mal y hacerlas como yo las hago”.